miércoles, 29 de mayo de 2019

19 DICIEMBRE 1959

Hacía ya mucho que no me pasaba por aquí… no tenía intenciones de hacerlo, pero mi hija menor lo descubrió y me interrogó por lo que tuve que sacar a relucir algunas etapas de mi pasado, como por ejemplo que aún no he superado la muerte de mi padre y que aunque el tan solo se considerara un padre normal y corriente para mi y mis tres hermanos era todo un héroe, menos al pequeño, que nunca llegó a conocer. He de comentar que mi madre murió hace apenas cinco años, mis hijas, Carolina y Llum, nacieron sanas y  bellas como la vida misma, le trajeron una alegría al cuerpo que a la pobre mujer le faltaba desde que la desdichada muerte de su esposo, que es mi padre, la dejó solo, con cuatro hijos y una casa a cargo, afortunadamente, todos crecimos en el seno de una familia bondadosa y con mucho amor que ofrecer. las cuatro nietas mujeres y los cinco varones llenaron de júbilo la casa de mi madre hasta el último de sus días, que, por desgracia, fue más pronto que tarde.
No me gustaría enrollarme más de la cuenta a si que  seré breve, cada uno de los hermanos se fue por su cuenta, juan, el pequeño, ahora vive en Barcelona y trabaja como periodista en un famoso periódico sobre acontecimientos históricos, Concha, la única chica y favorita, ahora está en Burgos, en un pequeño pueblo llamado Morón de Almazán donde trabaja como profesora en una pequeña escuela, Juan, el segundo mayor, está en extremadura, donde ha conocido a una bellísima mujer de la cual está perdidamente enamorado,allí trabaja en la granja de la familia de ella, y yo, que decir de mi… yo me quedé en mi ciudad natal, Valencia, para cuidar de todo lo que nos dejó mi madre, y como ya había construido mi vida no ha sido un gran esfuerzo no viajar fuera.
Aquí me despido definitivamente de mi pasado para poder continuar y poder ser feliz junto a mi esposa y a mis hijas, espero que también futuros nietos, aunque también deseo desde lo más profundo de mi corazón que eso tarde mucho tiempo.

19 DICIEMBRE 1959

Hacía ya mucho que no me pasaba por aquí… no tenía intenciones de hacerlo, pero mi hija menor lo descubrió y me interrogó por lo que tuve que sacar a relucir algunas etapas de mi pasado, como por ejemplo que aún no he superado la muerte de mi padre y que aunque el tan solo se considerara un padre normal y corriente para mi y mis tres hermanos era todo un héroe, menos al pequeño, que nunca llegó a conocer. He de comentar que mi madre murió hace apenas cinco años, mis hijas, Carolina y Llum, nacieron sanas y  bellas como la vida misma, le trajeron una alegría al cuerpo que a la pobre mujer le faltaba desde que la desdichada muerte de su esposo, que es mi padre, la dejó solo, con cuatro hijos y una casa a cargo, afortunadamente, todos crecimos en el seno de una familia bondadosa y con mucho amor que ofrecer. las cuatro nietas mujeres y los cinco varones llenaron de júbilo la casa de mi madre hasta el último de sus días, que, por desgracia, fue más pronto que tarde.

8 FEBRERO 1939

He descubierto algo
¿Recordáis que mi abuelo recibía cartas de alguien y mandaba ? He hablado con el por que no quería mirarlo a escondidas sin su consentimiento. Me contó que se estaba comunicando con uno de mis primos, el que tuvo que huir a no sé donde. Me ha explicado que mi primo sobrevivió, y consiguió llegar a un lugar seguro. Después le mandó una carta a mi abuelo y ahí empezaron a intercambiar mensajes.

La verdad que la noticia me alegró un poco, por que yo ya daba a mi primo por muerto, me gustaría que volviera algún día, aun recuerdo como jugábamos cuando él era más pequeño al pilla pilla, ¡el siempre me ganaba! En fin, qué bonitos recuerdos.


20 DICIEMBRE 1938

“La guerra terminaría si los muertos pudieran regresar”
Esa frase me la dijo mi madre hace un año y aún sigo teniéndola en mente.

He recibido una carta de mi padre, me ha dicho que las cosas por allí no van bien. También me contó, que el otro día, vio a un hombre que iba a fusilar a otro, entonces el fue y lo salvó, pero no mató al agresor, le dejó inconsciente y luego lo llevó a un lugar seguro. A él nunca le ha gustado matar, de hecho, lo odia, odia la lucha, odia la sangre, siempre me ha dicho que la guerra es por falta de lenguaje, y eso creo yo también.




16 AGOSTO 1938

Hola a todos, si es que algún día alguien lee esto.
La verdad es que aún no estoy bien del todo, no os voy a mentir, pero sentía que había dejado muy de lado a este diario y tampoco quería perderlo después de todo, se me olvida lo mucho que me ayuda a desahogarme.
Ultimamente las cosas no están yendo bien, ya hace dos días que no comemos, aunque hoy hemos conseguido algo de comida. Mi abuelo no se encuentra del todo bien, está muy débil. Mi madre no tiene motivación alguna por nada ya, solo piensa en protegernos y conseguir comida. Antes a ella le encantaba ir arreglada y escribir poesía, ahora va mas descuidada por que no tenemos nada, y no se si seguirá con la poesía, pero yo no la veo escribir en ningún momento del día. Espero que cuando todo esto acabe prosiga haciendo aquello que le encantaba.

lunes, 27 de mayo de 2019

3 SEPTIEMBRE 1937

Hola de nuevo,
Primero de todo hace bastantes meses que no escribo, no se muy bien por que, era como que se me estaban quitando las ganas de todo, me puse a observar bien la situación en la que vivíamos, y me paré a reflexionar demasiado y me di cuenta de que cada día estaba más triste y desanimado, antes, hacia un poco más la vista gorda de las cosas así, y me centraba más en las buenas, pero ahora no se que me está pasando, supongo que se me habrá juntado todo en la cabeza.
Cuando esté mejor y tenga ganas de escribir volveré a hacerlo.
Hasta dentro de un tiempo!

20 ABRIL 1937

Buenos dias
A veces me paro a pensar en cómo estábamos antes de la guerra. Era una fase muy feliz, mi familia estaba más unida que nunca, salías a la calle sin miedo, había un ambiente super alegre con todos los vecinos saludando y hablando , casas, colegios, y ahora, lo han arrebatado todo. La gente no tiene casa, no tiene comida, no tiene familia, solo se respira tensión y miedo.

Bueno, evadiéndonos de estos pensamientos, como el colegio de mi hermano fue destruido, mientras se construye el otro estoy enseñándole lo que puedo para que  pueda aprender, aparte juego con él a lo que me dice. No quiero que se pase la infancia mirando por la ventana.


13 MARZO 1937

Hoy nos hemos despertado por culpa de uno gritos que venían de la calle. Nos hemos asomado y eran unos hombre armados que estaban intentando detener a nuestro vecino de en frente, no hemos conseguido escuchar la razón, solo he entendido las palabras “ detenido” “señora aparte” “acusado”, lo demás no se acababa de entender por la mezcla de gritos de los que le protegían y la gente de la calle.
Cada dia pasa algo así fuera, a veces es por comida, otras por detenciones, otras por acusaciones falsas, o por mil cosas más. Estamos todos desesperados ya.

22 ENERO 1937

Desde el día en el que cambié la mentalidad de ver las cosas, el miedo ha dejado de ser un obstáculo para mí, me levanto por las mañanas con ganas de ayudar y proteger en lo que pueda a quien pueda.
El otro día, estaba yendo a buscar comida, pero esta vez iba completamente solo. Iba caminando por una especie de rio, cuando vi a unos hombres peleándose por unas patatas, se llegaron a pegar y se empezó a descontrolar . Esto me hizo reflexionar, por que hemos llegado a un punto de desesperación que nos olvidamos de quienes somos, solo queremos sobrevivir y nos da igual como, todos hemos perdido algo por culpa de la guerra, y nadie quiere irse a dormir con el estomago vacío. Ni siquiera se la situación, ni quién había llegado antes ni si era de uno y el otro le ha atacado, absolutamente nada, pero igualmente, creo que ante todo tiene que estar el respeto, aunque supongo que en estas situación eso se pierde. En fin que se le va a hacer.

Solo quería plasmarlo aquí para que cuando acabe esta guerra, si sigo vivo poder ver en el futuro la dura situación en la que tuvimos que vivir.


domingo, 26 de mayo de 2019

12 DICIEMBRE 1939

Buenas noches, el sol ha caído hace unas horas y estoy aquí, escribiendo en este pequeño diario mientras escucho los sollozos de mi madre, al mismo tiempo,estoy algo ofuscado desde hace un par de semanas, ahora explico porque.
Vi a mi padre por última vez el 10 de Agosto, hace ya cuatro meses de aquel emotivo encuentro, dos semanas más tarde recibimos la correspondencia habitual, una carta para cada familiar, supongo y espero que a mi estimado primo también le lleguen las nuevas sobre la guerra relatadas por mi padre, en las que, de vez en cuando, nos relata alguna historieta graciosa que le haya ocurrido en alguno de sus encuentros con el bando contrario. ¿Por qué decía yo esto?... ¡Ah! debería regresar de Galicia en tres días, noto a mi madre decaída, la escucho llorar por las noches, cuando cree que todos estamos durmiendo y a demás, no come nada, ni dulce ni salado ¡con lo golosa que es ella!
bueno, aquí me despido que el alba estará al caer, en unos días sobre estas horas escribiré sobre mis avances.


19 DICIEMBRE 1939

Buenas noches de nuevo, creo que esta serán mis últimas letras para este diario, hace apenas unos días mi madre decidió que ya era momento de contarme lo que pasaba,  os cuento lo que sucedió.
Era un domingo en la tarde, estaba casi anocheciendo, cenábamos, como de costumbre, un plato de arroz con un jirón de pan duro, y por suerte, mi memoria no falló como solía acostumbrar, me ausenté al excusado que, casualmente, estaba justo al lado de la alcoba de mi  madre, efectivamente, hacía unas semanas decidió trasladarse a los aposentos de uno de mis hermanos, dejando que él durmiera en la cama matrimonial mientras ella, solitaria dormía en el típico colchón de paja en el que solíamos descansar, si se le puede llamar así, por las noches. Bueno que me desvío del tema,  el caso es que en la mesilla de noche había un cajón cerrado a cal y canto, del que servidor había conseguido la llave, no pregunteis como, yo tampoco sabría responder. Abrí dicho cajón y me encontré con la grata sorpresa de que había una única carta abierta sin remitente. La tomé en mis manos y saqué el contenido, era una carta del coronel de su base, en esta decía que había fallecido y que su última voluntad era que me fuese entregada una carta que venía adjunta en el sobre, no estoy seguro de poder enseñarla, ya que de solo verla me parte el alma, aún no lo tengo asimilado, el era muy joven, apenas tenía 48 años  y ya no está para guiarme y aconsejarme…
hace dos horas que no he escrito nada, he decidido qué enseñaré la carta, espero que no se vea mucho las lágrimas, sería una desgracia que se hiciera el más mínimo rasguño...

 

 


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sábado, 25 de mayo de 2019

ENTREVISTA ABUELOS MATERNOS

MI FAMILIA: VIVENCIAS DE MIS ABUELOS MATERNOS SOBRE LAGUERRA CIVIL (1936-1939)

-¿Cómo era vuestra vida antes, durante y después de la Guerra Civil?

Cuando comenzó la Guerra yo tenía 6 años y una vida normal. Iba a la escuela, tenía tres hermanos y vivía con mis padres en Alcalá de Guerra (Huesca). Recuerdo que hubo muchos bombardeos; aunque mi pueblo no fue muy castigado ya que era neutro, ya que el frente activo se encontraba por la zona de Tardienta y Almudévar, a unos 20 Km.Allí se localizaban las trincheras y las líneas de fuego. Todo el mundo estaba horrorizado; lo pasamos muy mal...Yo todavía era una niña pero conservo algunas vivencias y lo que nuestros padres en aquel entonces nos contaron. Recuerdo que subíamos al monte cercano a mi pueblo a refugiarnos en cuevas y allí estábamos unos días hasta que acababan los bombardeos. Desde allí veíamos como los aviones casi rozaban la torre de la iglesia. Éramos muy “chicos” y pasamos mucho miedo, pero gracias a Dios no llegaron a bombardearlo nunca, aunque los aviones pasaban continuamente y nos asustábamos mucho. Mi padre se quedaba en nuestra casa cuidándola; mis hermanos, mi madre y yo íbamos a refugiarnos a las cuevas.Como en toda España, había dos partidos; pero nosotros éramos independientes, tanto mi familia como la de tu abuelo, que vivía en Gurrea de Gallego (situadoa8Km. de Alcalá y que también era zona neutra).
A causa de estos enfrentamientos entre los dos bandos había muchas venganzas en el ámbito del pueblo que fueron lamentables y penosas.Fue una época de mucho hambre pero afortunadamente ni tu abuelo ni yo la pasamos. Pero hubo mucha otra gente que si. Otros tuvieron que marcharse de los pueblos por miedo a lo que les pudiese pasar por su ideología.En Alcalá fusilaron a muchas personas.Y por lo que después te han contado ,te das cuenta de que era todo por venganza y envidia entre la gente del propio pueblo.

-¿Notasteis algún cambio cuando en el año1939 acabó la guerra? Porque de ser un territorio neutro a estar bajo el mando del ejercito nacional... ¿Fue un cambio inmediato o a lo largo de los años?

Nosotros no lo notamos especialmente pero hubo gente que sí; unos para bien y otros para mal; esto es muy complicado...Yo era muy pequeña aunque los recuerdos y vivencias se nos transmitieron por parte de familiares y personas más mayores. Fue un cambio progresivo

.¿Qué supuso que ganaran los nacionales? ¿Hubo mejoras de algún tipo, continuó igual que antes de que comenzara la guerra?

Hay a quien le fue bien porque durante el régimen que se instauró se construyeron muchos pueblos, los llamados de colonización;y ayudó a muchos pobres, particularmente en el mundo agrario. Hizo muchos pantanos y esto les benefició, como el embalse de La Sotonera, en el que tu bisabuelo trabajó a las órdenes del general Franco después de la Guerra. También benefició a muchas familias humildes que tuvieron que desplazarse a Barcelona y a toda esa zona porque hicieron muchas fábricas, construcciones, carreteras... y se necesitaba mano de obra. Hizo mejoras en la economía... Se notó bastante.

-¿Era patente para vosotros que vivíais en una sociedad con falta de libertades o espera más bien debido a la época en la que vivíais?

No; éramos una familia que no nos gustaba meternos en líos. Intentamos seguir igual, siendo felices con nuestra forma de vida.

-¿Entonces no notasteis un cambio hacia una dictadura? Las personas que no hemos vivido ninguna, asociamos esa palabra; entre otras muchas cosas, a falta de libertades.

No; no notamos nada porque no éramos una familia destacada. Nos conformábamos conlo que traían los tiempos. Nuestra forma de vida era así, sin meternos en jaleos ni ambicionar más de lo que teníamos.

-¿Hubo algún fusilado en tu familia?

En mi familia no.

-¿Y alguno que fuera al frente?

Muchos tíos míos.

-¿En que bando les tocó luchar?

En los dos; fueron“copados”,que es como se les decía a los que apresaban los distintos bandos para que lucharan con ellos en el frente. A uno de ellos lo “coparon” los rojos pero como prisionero.
-Entonces, ¿Existía la posibilidad de que miembros de la misma familia tuvieran que luchar entre si?
Sí, pero afortunadamente en la zona donde vivíamos no fue lo habitual.

-
Desde los años que tienes ahora y bajo tu perspectiva, ¿que te viene a la cabeza? ¿Qué valoración haces de la guerra? ¿Sacas algo en positivo? ¿Y en negativo?

Yo reconozco que se favoreció mucho a la clase baja y sacaría una idea positiva ya que ahora; desde mi edad, acordándome de la gente tan pobre que había en mi pueblo...Los benefició mucho porque al hacer tantas empresas, se marcharon a la zona de Cataluña(la mayor parte) y vivieron muy bien. Los que nos quedamos aquí
también prosperamos porque, como ya he dicho, hicieron muchos pueblos “colonos” alrededor como San Jorge, El Temple, Balsalada, Ontinar...Todos estos pueblos fueron formados después de la llegada de Franco. Y a los que quisieron ir a poblarlos les asignaron un lote de tierra con unas vacas y una casa. Fueron saliendo poco a poco de la necesidad que habían pasado durante la guerra y también antes de esta. Y a los que no formábamos parte de la Seguridad Social; que se nos llamaba autónomos, al paso de unos años del fin de la guerra, nos incluyó. Mi valoración final basada en mi vivencia es positiva; exceptuando los que murieron de ambas partes, el miedo, la desolación...
Tu abuelo tenía 11 o 12 años solamente y sus padres tampoco eran parcialistas. No les tocó salir del pueblo como a otros, que tuvieron que huir por miedo a represalias por su ideología contraria. Muchos de los que se quedaban en el pueblo, aprovechando su marcha; se apoderaban de las tierras, caballerías y bienes que allí dejaban.La familia de tu abuelo era humilde y honesta y les iba bien, con la guerra ni ganaron ni perdieron. Pero
pasaron muchísimo miedo. No se atacó la zona donde ellos vivían porque varios altos mandos del bando comunista eran de allí; como Máximo Franco, natural de Alcalá de Guerra y un primo hermano de mi abuela, que también fue un alto cargo, pero de origen más humilde. Tras la derrota del bando comunista huyeron a la zona de Barcelona y nunca más regresaron al pueblo,y el Capitán Máximo Franco se suicidó.Durante la guerra, habitantes de los mismos pueblos se denunciaban entre sí aprovechándose de esta; por envidias, venganzas y viejas rencillas. Se delataban unos a otros, aunque esto no fuera cierto. De repente llegaba un camión al pueblo e iban a buscarlos a su casa para no regresar más... y ser fusilados.Mataron a un tío de mi abuelo;Isidro Carasol, que era un hombre bueno y un trabajador del campo. Vinieron a buscarlo en uno de esos
camiones, lo fusilaron por Loarre.En Guerra hubo muchos fusilamientos, incluso mataron a mujeres y a niños.Estas denuncias y matanzas fueron realizadas por ambos bandos.

ENTREVISTA CORDIAL

Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) célebre escritor de la época, se ofrece a darnos unos minutos y contarnos su experiencia en la posguerra española en un núcleo de provincias. En Fantasmas del invierno, el escritor recrea los difíciles tiempos de una época, según el autor, de "derrota absoluta, de miseria moral y política". "Fueron años en los que la inocencia no tenía cabida, y de ahí que la novela retrate a unos seres atormentados en los que hay un pálpito constante de remordimiento".

P. ¿Cuánto de realidad y ficción hay en esta obra basada en su experiencia en la posguerra?

R. La huella de la realidad tiene una presencia importante. Esa distancia que se mide en la memoria, en las sensaciones lejanas, en recuerdos sueltos y perdidos, que seguro que provienen de un tiempo de posguerra y que son como huellas hondas en lo que puede ser la lejanía de mi infancia. Eso es lo que me queda a mí de la realidad de la posguerra, la mirada de un niño, ciertos presos, sonidos extraños en la noche, alimentos, olores, el pan negro. Ésa es la realidad. Luego, con la lejanía viene la elaboración de la imaginación y la posibilidad de acercarse a ese mundo y a ese tiempo a través de un cristal que le da una aureola legendaria. Me parecía que yo podía contar algo de aquello, un año de posguerra en esas ciudades de sombra en las que me muevo últimamente.

P. ¿Cree que la posguerra española ha sido muy diferente de las que se han vivido en otros lugares del mundo?

R. La posguerra que yo narro se parece a todas. Es el tiempo de los escombros que hay detrás de una guerra, el tiempo de la degradación moral, del sentimiento de pérdida, de liquidación, de derrota y de secreto y desgracia. Las cosas que han ocurrido están guardadas en el secreto y la consigna es el silencio. Se habla bajo y casi siempre de noche. Todo el mundo anda escondido, unos por la vergüenza de lo que hicieron, otros por lo que dejaron de hacer y otros porque han llegado casi a la inexistencia y les han quitado todo hasta el límite, su propia dignidad. Todos esos elementos los he utilizado para escribir una novela que tuviera una aureola legendaria y he tratado de lograr que eso tenga un relumbre o una tonalidad que lo haga inolvidable porque lo propio de la posguerra es que sea olvidada.

P. ¿Hay alguna imagen que no ha podido borrar de su memoria?

R. En plena época de racionamiento observé cómo una persona salía con su asignación de aceite en una botella de cristal, se resbaló y el preciado líquido quedó derramado en la acera. Aquello me pareció una tragedia.

P. Hay muchas novelas en la literatura española sobre la guerra civil y no tantas sobre el periodo posterior. ¿Es más doloroso escribir sobre esa etapa?

R. La guerra civil se convirtió en el gran arquetipo de la confrontación de las libertades y es, sobre todo, una guerra fratricida, de guerra entre hermanos, fue un espejo internacional y hay una gran épica popular que sigue siendo un venero extraordinario. La posguerra es un tiempo de vergüenza, es más propicia a los olvidos piadosos. Yo deseaba escribir sobre ese periodo, pero no desde lo sociológico y testimonial, como han hecho ya otros novelistas, sino desde una perspectiva legendaria.
Y es por lo que, aunque me costó, logré montar una leyenda oscura, con ese brillo turbador de lo siniestro, el peso de la desgracia, de la ruina, de la desolación.

P. Sus recuerdos de infancia son de la posguerra. ¿Fue un tiempo difícil?

R. Me considero un niño de la posguerra y fuimos dueños de una infancia extremadamente secreta. Tanto que la mía sucedió en un desván, el del Ayuntamiento en el que vivía, en el que había objetos de un hospital de sangre del frente y estaban los libros y objetos requisados durante la contienda. Esas infancias fueron robadas. Fueron propicias a que todos se escondieran. Eran tiempos en los que no se podían preguntar determinadas cosas, y quienes habían sobrevivido estaban conmovidos y perturbados por muchas sensaciones que no entendían del todo.

P. ¿Ordial se asemeja al lugar en el que vivió?

R. Es una ciudad de sombra. En ese territorio de ficción hay ciudades de sombra, espacios urbanos sin delimitación precisa, que suscitan cierta inquietud, que se atienen a la aureola del misterio que irradian la antigüedad y la noche, el tiempo que no se percibe porque parece inmovilizado. En Ordial nieva intensamente, los lobos bajan del monte hasta la ciudad y se producen algunas muertes violentas, lo que no contribuye precisamente a que sus habitantes se recuperen de la reciente tragedia de la guerra y consigan olvidar.

P. ¿Los fantasmas se entremezclan en la novela con los seres reales?

R. La ciudad es fantasmal, al igual que los seres que la pueblan. Casi todo ocurre de noche, porque la noche es el refugio de los supervivientes, la oscuridad de la vida, de los recuerdos echados a perder, del temor, del secreto, de lo prohibido.

P. Uno de los puntos clave de la novela es el orfelinato. ¿Cómo logra describir tanta dureza?

R. En ese lugar se encuentran unos niños que son los representantes más dramáticos de la inocencia llevada al límite del desamparo y la desgracia que es la orfandad absoluta, y esa subsistencia en una suerte de menosprecio. Toda la novela en conjunto es de seres atormentados. Hay una monocorde música del remordimiento. El tormento interior de los personajes es muy intenso y hay muchos elementos destructivos que están en la herencia de la guerra. La guerra se consumó, tiene sus muertos y sus muertes y es el límite de lo terrible, pero en su herencia quedan los escombros y los restos atormentadores de esa experiencia, que puede perturbar las conciencias, que puede dar una violenta lucidez al deterioro moral de lo que sucedió y de lo que está ocurriendo. Me interesaba la fábula en ese momento. Ésta es una historia de fantasmas, despojos y ruinas.

P. ¿Tiene intención de volver a Celama?

R. Me fascinan los pintores que siempre pintan el mismo cuadro y es maravilloso porque cada vez llegan más lejos. Como escritor, siento que voy liquidando las cosas que cuento. El mundo de Celama, en vez de ser un mundo que se sigue abriendo, es un mundo que con cada novela se va cerrando. Celama es una trilogía cerrada, pero que me ha abierto otros conductos, vías de comunicación con las ciudades de sombra. De Celama sólo me queda hacer un libro de viajes convencional para viajar por ese mundo. Alguien va a entrar en ese mundo y va a viajar para recoger un abanico del personal humano y de los lugares que hay allí.

ENTREVISTA LOLA

ENTREVISTA A LOLA

-¿Cómo fueron los años de la postguerra?
Pues sobre colchones que estaban hechos de borra, de paja de rastrojo o de hojas de maíz. No teníamos ropas para las camas, quitábamos las enaguas de camilla y nos la poníamos de manta para poder arroparnos. Por ese motivo nos teníamos que acostar temprano. También nos echábamos la pelliza de mi padre y mi hermano cuando venían de trabajar. 
-¿Qué comíais? 
En aquellos tiempos se pasaba mucha hambre, así que no comíamos en todo el día hasta que por la noche mi madre nos daba media sardina, una oliva y un trocito de pan. Había veces que mi hermano pequeño tenía hambre y yo le daba mi ración, me quedaba la oliva, me la guardaba y al día siguiente me la comía, recuerdo a la perfección que cuando me comía la chicha de esta, no tiraba el hueso, lo mantenía en la boca para acordarme del sabor de la oliva y que mi estomago no rugiera de hambre. 
-¿Cómo os ganabais la vida su familia y usted? 
Pues mi madre me tuvo que poner a servir en una casa siendo muy pequeña, ganaba 15 pesetas al mes y comía en casa de los señores solía ser arroz. Me daban la merienda, que era un trozo de pan, mermelada y de vez en cuando 
me daban pastel, yo, no me lo comía, me lo escondía y cuando llegaba a mi casa se lo daba a mi madre para que lo repartiera en la familia. Fregábamos el suelo a mano y de rodillas, íbamos a por el agua al pilón de la plaza de España. En invierno rompíamos el carámbano con las manos para poder coger el agua, las alcofifas para fregar eran un trapo. 
Sí, nos levantaban a mis hermanos y a mí muy temprano para ir a coger aceitunas, tagarnillas, romanzas, collejas y habas, segar berzas y a espigar. 
Pues pasábamos muchas calamidades, en mi familia éramos 5 personas, mi madre, mi padre, y dos hermanos mas, yo era la única chica y la del medio, había mucha miseria, piojos, chinches y pulgas. Sinceramente, no le desearía pasar por esa etapa ni a mi peor enemigo. 
-¿Dónde dormíais? 
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-¿Qué comprabais para comer?

Para hacer la compra mi madre me mandaba a la plaza de abastos, y por dos reales compraba cola de bacalao, arroz , y una medida de aceite que costaba 1pst., una vez al mes carne y pan, poco mas -¿Ibais al campo a trabajar? 
-¿Dónde trabajaban los hombres? 
Los hombres iban con frecuencia a la plaza de abastos a buscar trabajo. Otros emigraban a Suiza y Alemania en busca de trabajo porque por aquí todo iba muy mal. Mi hermano mayor era sirviente de un hordinario, que ahora es un camionero con tan solo nueve años 
Después de todo lo que vivimos en esos tiempos fueron niños sanos y fuertes que salieron adelante gracias a nuestros padres, familiares y algunas personas generosas que aún existen hoy en día. Yo intentaba ayudar a mis 
padres dandole mis raciones a mi hermano pequeño, con la oliva yo me mantenía en pie, y estaba contenta de ello, porque había familias que no podían comer ni los hijos, cosa que me produce una gran pena.  
nuestros padres, familiares y algunas personas generosas que aún existen hoy en día. Yo intentaba ayudar a mis 

padres dandole mis raciones a mi hermano pequeño, con la oliva yo me mantenía en pie, y estaba contenta de ello, porque había familias que no podían comer ni los hijos, cosa que me produce una gran pena. 

LIBRO "TRES DIAS DE JULIO"








9 DICIEMBRE 1937

Hola otra vez,
ya no queda nada para que se acabe el año y ya estamos deseando que se acabe.
Últimamente veo mucho a mi abuelo escribir cartas, no se a quien se las estará mandando pero lleva ya unos meses.
Ayer mi hermano de 13 años y yo fuimos a buscar comida, y nos escondimos en un momento cuando vimos a dos aviones de batalla disparandose, uno empezó a echar humo y cayó, pero el piloto logró salir volando con el paracaídas y sobrevivió, increíble, ¿verdad?



14 AGOSTO 1937

Hola!
Han pasado unos meses desde la ultima vez que escribí, pero ha sido por qué hemos estado muy liados con esto de sobrevivir.
La parte buena es que hemos conseguido alimentos como patatas y más pan, aunque bueno, como siempre también hay una parte mala, hace mucho tiempo que no veo a mi padre, y estamos un poco preocupados de que le pueda pasar algo, aparte , nosotros nunca fuimos una familia de muchas riquezas, pero ahora estamos peor en esos temas. No sé cuánto
tardarán en darse cuenta de las vidas que están arruinando, si no es que no se han dado cuenta ya.

Carta de despedida de un hombre, que no quiso luchar en la guerra, y al negarse, tuvo que ser fusilado.
Esta carta es en la que se despidió de su familia.

7 JUNIO 1937

Buenas
Hoy estamos más animados, por que nos hemos enterado que una vecina y amiga nuestra es secretaria de un sector, y han acabado un comedor , aparte están es proceso de talleres de costura con más mujeres. Menos mal que la gente siempre mira al frente y mejorando.

Por lo demás nada nuevo, seguimos igual, ahora yo no tengo miedo, creo que el miedo nos restringe mucho, y no tengo que tenerlo.


1 JUNIO 1937

Mes nuevo!
A ver si este mes nos va mejor, aunque no vamos del todo mal, a mi hermano se le ve feliz dentro de lo que cabe y mi madre consigue comida más a menudo, aunque hay días que nos quedamos sin comer. Estos meses han sonado varias veces las alarmas de las bombas, pero estábamos cerca del refugio y no nos acabó pasando nada, y por suerte las bombas no cayeron cerca de nuestra aldea


Mi abuelo sigue escribiendo cartas a no sé quien, un día de estos le preguntaré o le miraré, por que parece que sea un secreto para él.


viernes, 24 de mayo de 2019

13 MARZO 1937

No me lo puedo creer, hoy ha pasado algo horrible. Han quemado el colegio de mi hermano y han habido fusilamientos cerca, ha sido un momento que me gustaría olvidar sinceramente, de hecho sigo recordando la cara de mi hermano al ver su colegio en esa situación.
No puedo entender por qué hay gente que hace estas cosas.

21 FEBRERO 1937

Hoy ha sido un día intenso, estábamos en casa cuando han tocado a la puerta, mi madre ha ido a abrir, y han entrado unos hombres que querían detener a mi padre, pero en ese momento mi padre estaba trabajando. Cuando conseguimos que se fueran fuimos mi hermano y yo a avisarle para que se protegiera.
Nunca te esperas lo que puede pasar aquí...

5 DICIEMBRE 1936

Ultimamente se respira mucho miedo, no queremos salir fuera por terror, pero necesitamos trabajar para poder comer o, sencillamente conseguir algún manjar que llevarnos a la boca. Hablando de trabajo, he conseguido uno limpiando las vías del tren, aunque hay noches que me tengo que quedar a dormir con mi hermano en un colchón debajo de las vías, siempre me ha dicho mi madre que es un lugar seguro contra las bombas, aunque no creo que eso sea cierto, yo le hago caso para no darle más disgustos, porque desde que mi padre se marchó la pobre está en un ay.
En fin, estamos deseando que esto acabe, pero me da la sensación que esto solo es el comienzo de una gran guerra.

26 NOVIEMBRE 1936

Aquí estoy otra vez...
Ayer estaba yendo al campo con uno de mis hermanos pequeños y mi primo mayor, cuando de un momento a otro empezaron a sonar las sirenas que anunciaban los bombardeos, en ese momento empezamos a correr hacia el refugio, el peor momento fue cuando cayó una bomba muy cerca de nosotros y mi hermano se tropezó y se fue de bruces contra el suelo, tuve que cogerlo corriendo antes de que nos pillaran a casi tres metros de la puerta del refugio nos encontramos a un gura con unos aires prepotentes, como mi padre defiende el bando republicano tuvimos que escondernos hasta que se alejó lentamente, de la nada se giró y nos vio sacó su arma y empezó a disparar, corriendo cojí a mi hermano en brazos y salimos disparados hacia el refugio, no nos vio entrar de milagro y estuvimos muy cerca de la muerte ya que no dejaba de disparar en todas direcciones.